Las aplicaciones de movilidad urbana más utilizadas en España, Cabify y Uber, han decidido tomar medidas en relación a la movilidad sustentable y la reducción de emisiones contaminantes. Ambas compañías han implementado programas para contribuir a la protección del medio ambiente y reducir su impacto ambiental en las ciudades.
En línea con las medidas estatales que buscan reducir la contaminación en los núcleos urbanos, tanto Cabify como Uber han incorporado a su flota vehículos cero emisiones, que no emiten gases contaminantes. Desde Cabify han informado que su objetivo es que en 2025 todos los viajes realizados en su plataforma dentro del territorio español sean en vehículos cero emisiones, como parte de su Estrategia de Negocio Sostenible, y que en Latinoamérica se implementará el mismo programa para 2030. Por su parte, Uber ha publicado su «plan estratégico de sostenibilidad» para convertirse en una plataforma de cero emisiones en 2040.
En cuanto a la flota de vehículos de ambas compañías, el 77% de los coches conectados a Cabify en España cuentan con etiqueta Eco o Cero, según informa la empresa. Estos distintivos medioambientales establecen categorías en función de las emisiones contaminantes que emiten los vehículos. En el caso de Uber, la compañía ha lanzado «Uber Green», un servicio de movilidad 100% eléctrico que permite a los usuarios viajar en vehículos de cero emisiones al mismo precio que el producto más popular de Uber, UberX.
La antigüedad media de los coches conectados a la app de Cabify se sitúa por debajo de los 3 años, mientras que la media de antigüedad del parque móvil en España es de 13,5 años según datos de la DGT. Este dato es fundamental para comprender la importancia de renovar los vehículos en circulación por otros menos contaminantes.
En resumen, tanto Cabify como Uber están comprometidas con la reducción de la huella de carbono y la movilidad sustentable en las ciudades. La implementación de vehículos cero emisiones en su flota es un primer paso para cumplir con los objetivos marcados por la UE para 2025 y, además, contribuyen a la reducción de la contaminación en las ciudades y en la mejora de la calidad del aire.